Cambiemos nuestra idea de una visita al museo
En estos últimos años el acercamiento a las obras de arte y procesos creativos de los artistas ha variado considerablemente y con ello la forma de concebir y montar las exposiciones. He sido testigo directo de ello desde que comencé mi carrera profesional en el Museo español de Arte Contemporáneo (MEAC), antesala del actual Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS). Estas primeras experiencias profesionales me acercaban a un museo tradicional, que tenía como misión principal conservar, investigar, exhibir un patrimonio que debía perdurar para futuras generaciones. Las exposiciones de artistas vivos, eran el vehículo para mostrar su obra y contemplarla. Los artistas en aquella época, no tan lejana, no eran muy dados a hablar de sus trabajos, creían que eran sus obras quienes mejor trasmitían su mensaje.
Desde la década de los 90, ya ligada a la Fundación Botín he podido comprobar y ser parte activa, del gran cambio que se ha ido produciendo en la relación entre el arte, los artistas y el público.
Las exposiciones en la Fundación Botín comenzaron en los años 80, en un espacio compartido para otras actividades y sin una periodicidad definida. A las exposiciones de artistas de Cantabria se unían muestras itinerantes, en muchos casos de carácter colectivo. El público tenía una relación contemplativa, se enfrentaba a las obras sin mediación, solo con su curiosidad e interés.
Poco a poco el Programa de Artes Plásticas fue adquiriendo presencia e importancia y se produce un cambio importante, pasamos a ser los productores de nuestras propias exposiciones y tenemos un objetivo, el artista y esto se hace visible en la línea de formación iniciada en 1993.
Nacen las Becas de Artes Plásticas y, un año después, los Talleres, ambos con el objetivo de apoyar la creación, poner en valor el trabajo de los artistas sin abandonar su difusión. Las exposiciones de sus trabajos, el catálogo y la adquisición de obra, que pasa a formar parte de la colección, conectan al artista con el programa de la Fundación Botín.
Siempre ligados a los espacios expositivos, 2003 es también un año de evolución. Inauguramos una nueva sala de dos plantas diseñadas exclusivamente para este fin, con todas las condiciones de conservación y los mejores elementos expositivos. Damos un salto cualitativo, por una parte los directores de taller, con proyección internacional, disponen de mejores condiciones para mostrar sus trabajos y por otra nos permite programar exposiciones más ambiciosas, conseguir préstamos y colaboraciones con museos, instituciones y coleccionistas internacionales que permiten mo strar en Santander exposiciones de primer nivel.
Es un momento de cambio. La programación adquiere un gran peso, es reconocida y seguida por los profesionales y aficionados al arte pero además la mirada de la institución se focaliza en la conexión con el público, conscientes de que el arte es algo más que contemplación.
El arte de todos los tiempos proyecta y refleja sus mensajes sobre los espectadores de manera directa y visual. Es una forma de expresión y de comunicación en la que las emociones y los sentimientos saltan de las imágenes, formas y colores y producen cambios en las experiencias personales de cada observador.
Conscientes de ello, iniciamos en 2003 con la colaboración de importantes expertos internacionales el diseño de un programa artístico y formativo, que en colaboración con el Gobierno de Cantabria, sirve de base para el Programa Educación Responsable que ha acercado a nuestras exposiciones a docentes, escolares y familias con el objetivo de apoyar el crecimiento físico, emocional, intelectual social y creativo de niños y jóvenes.
De esta historia formáis parte muchos de vosotros, docentes, a lo largo de estos años, primero en la Fundación Botín y ahora en el Centro Botín, a través del programa Reflejarte, habéis sido pieza fundamental en este trabajo ya consolidado que busca potenciar en el alumnado su talento y creatividad para ayudarles a ser autónomos, competentes, solidarios y felices. Tras XVI ediciones de Somos Creativos tenemos ya una gran comunidad de jóvenes artistas que han abierto su mirada a través de este programa y de las exposiciones a las que han acudido.
Este cambio también se produce en la propia gestación de la programación de actividades. Los profesionales trabajamos conectados, tenemos intereses comunes, trabajamos para una institución cuyo interés principal es la comunidad, la sociedad a la que van dirigidos sus programas. Arte, cultura y educación tienen un fin común ofrecer una programación que permita el disfrute, pero también genere unos beneficios en la sociedad a la que va dirigida.
Así llegamos al Centro Botín. De nuevo otro cambio de espacio. En esta ocasión, un edificio diseñado por Renzo Piano, en el que la Fundación Botín desarrolla su programa en arte, las actividades culturales y las experiencias para el desarrollo de la creatividad.
Cuenta con una clara misión social: generar desarrollo y riqueza social mediante el aprovechamiento del potencial que tienen las artes para despertar la creatividad y mejorar el bienestar de las personas en el ámbito personal, familiar, social y laboral.
A punto de cumplir cinco años, acoge un completo programa de actividades para niños, jóvenes, familias y adultos, exposiciones, conciertos, teatro, danza, ciclos de cine, talleres, cursos, etc. que impulsan la inteligencia emocional y fomentan la capacidad creativa de los participantes, desarrollando sus habilidades y ofreciéndoles aprendizajes para enriquecerse y afrontar con éxito los retos cotidianos
El objetivo principal de las actividades que se hacen en torno a las exposiciones es cambiar la relación entre la obra de arte y el espectador, buscando que los participantes disfruten y entiendan el proceso creativo de los artistas y establezcan conexiones con su vida para que lo aprendido mejore su día a día.
Los artistas materializan su pensamiento, emociones, inquietudes, preguntas y respuestas en forma de obra de arte, pero poseen inquietudes comunes a las vuestras. Os invitamos a visitar las exposiciones “libres”, sin ataduras ligadas al conocimiento, dispuestos a dejaros sorprender, a descubrir conexiones y a disfrutar de la experiencia.
¿Os habéis sumergido en la piel del océano? os invitamos al Centro Botín para zambulliros en Highway Gothic, una obra en la que Ellen Gallagher y Edgar Cleijne os trasportarán a un bosque, pero en esta ocasión de cianotipias, telas, acetatos… que os llevarán hasta Nueva Orleans y hablarán de unas preocupaciones compartidas; de la degradación medioambiental, de como la construcción de una nueva carretera provoca cambios, degrada y trasforma los entornos en los que habitamos, junto a otros seres vivos. Pero también hay esperanza, somos capaces de generar soluciones, cambios en nuestras vidas que ayudarán a mejorarla.
El contacto con el arte, con las disciplinas artísticas, tendrá como resultado una ciudadanía más abierta, más creativa, resolutiva y capaz de generar progreso y riqueza en todo el territorio.
Begoña Guerrica Echevarría. Directora de Artes Plásticas
Centro Botín