"¿Sol LewittÓ, ?se interrogaron los alumnos al comenzar a exponer la nueva experiencia en la que íbamos a embarcarnos-. Difícil tarea explicar a alumnos de ESO quién era y qué tipo de obras hacía. "¿Arte ConceptualÓ,-añadieron. ¿Ese que haces borratajos y nadie entiendeÓ "¡Ese! Nosotros vamos a intentarlo",-añadí-. Y comenzamos con el proyecto.

En nuestro centro implicamos a tres grupos de 1º ESO, comenzando por la visita virtual que ofrecía la Fundación. No entendían muy bien qué era lo que veían. Les llamó la atención la gran superficie que ocupaban las obras, pero les chocaba el contenido de los murales. Se preguntaban qué era eso y qué quería expresar el artista. Hicieron crítica del arte conceptual o contemporáneo, recurriendo a los tópicos de “eso no hay quien lo entienda” o “qué sentido tienen ese tipo de obras”. Estaban confusos.

Tras un debate sobre lo que habíamos visto y la posterior lectura del “folleto de la exposición”, se aclararon parte de las dudas. Empezó a cobrar sentido lo representado por Lewitt en Wall Drawing 118 o la importancia de la representación de “lo aleatorio”. Guardaron un enorme silencio al entender que nadie había representado un concepto tan abstracto, sin recurrir a obras figurativas, realizadas con técnicas tradicionales, icónicas. Tan sólo líneas rectas a grafito y 50 puntos distribuidos en la superficie mural.

Igualmente cuando vieron Wall Drawing 614… Recurriendo a Piet Mondrian, los "rectángulos formados por líneas de 8 cm de ancho" (instrucción de Lewitt) cobraban más interés. La pintura de un árbol, absolutamente figurativo, evolucionaba hacia la abstracción como se aprecia en esta secuencia de imágenes:

A medida que nos implicábamos, disfrutaban más de sus silencios y de sus certeras intervenciones. Esos silencios les llevó al respeto de la obra de Lewitt, que al principio, sin información alguna, no entendían… Pero, todo lo que habían visto, lo habían practicado en el aula: paralelas, perpendiculares, triángulos y cuadriláteros, polígonos regulares inscritos y estrellados… Todo estaba a su alcance, lo habían practicado en sus láminas a lo largo del primer trimestre e inicio del segundo. Diseñaron las instrucciones, como Lewitt lo hubiera hecho, y comenzaron "esa partitura que podría ser reproducida por cualquier grupo de artistas en cualquier época y lugar, como sucede con el proyecto de un arquitecto".

Ponerse manos a la obra les llevó a una comunión especial entre ellos. Alegres, entusiastas la mayoría, trajeron el material al día siguiente de haberlo pedido. Todos querían traer cartones, cartulinas, cola… No esperaba una reacción tan rápida y desinteresada. Hubo que establecer turnos para ponerse manos a la obra porque todos querían encolar las cartulinas e intervenir directamente en SU OBRA. Y, asimismo, todos querían ir a Santander. Esa era una buena motivación para realizar el mural más atractivo

Aquí vemos trabajando a los distintos grupos:

Logrados los murales, resumiré en palabras de los chicos cómo se sintieron éstos tras presentarlo en plazo y siguiendo con precisión las instrucciones: “Sentí mucha satisfacción”, “todos estábamos entusiasmados”, “jo profe, nunca he visto trabajar a TODOS en clase tan contentos y sin discutir, están felices”, “cuando empecé el trabajo de Sol Lewitt pensé que era un desconocido, ahora pienso que es un verdadero genio” (como veis, también hacen un poquito la pelota por escrito), “muchas de sus obras han sido espectaculares”. A la pregunta “¿cómo os habéis sentido realizando este trabajo?”, algunos contestaron: “Pues, emoción, porque nunca he hecho algo parecido; ver cómo trabajábamos todos, me ha gustado mucho”, “muy ruidoso el ambiente, pero siempre contentos todos”, “genial”, “divertido”, “a mí me encantó, ambiente muy cooperativo en la clase, pasas de repente de la escuadra y el cartabón, a los cartones, la lana, las cartulinas, la cola…”.

Sus murales:

Y, tras acabar su obra, añadieron: “Para mí ha supuesto un cambio de aires muy grato, al saber que hemos conseguido una obra de arte entre todos. ESO SE VIVE, NO SE COMPRA”. “Me siento SATISFECHA por haber ayudado y HABERLO ACABADO A TIEMPO”. “Me he sentido a veces PERDIDO, no sabía cómo empezar a trabajar, pero con el apoyo de la profe y viendo cómo trabajaban mis compañeros, me sentía CONTENTO”. “SATISFACCIÓN, PORQUE LO HEMOS CONSEGUIDO HACER TODOS, AYUDÁNDONOS UNOS A OTROS”, “ha sido DIVERTIDO, porque hemos hecho algo que nos gusta, nos entretiene y NOS UNE PARA TRABAJAR JUNTOS EN GRUPO”…

Podría continuar con sus reflexiones, pero creo que esto resume bastante el sentir de lo vivido por los alumnos de 1º de ESO.

Paz Alonso Cantalapiedra

IES ZORRILLA de Valladolid