El camino hacia la creatividad en el CEIP Ciudad de la Paz (Murcia)
El camino hacia la creatividad
La experiencia que queremos compartir en este artículo comenzó a gestarse en el curso 2007/08 , dentro del marco del Plan de Educación para la Salud, que las Consejerías de Educación y Sanidad de la Región de Murcia comenzaron a implementar en 2005.
En nuestro centro, el CEIP Ciudad de la Paz de El Palmar (Murcia), tras realizar un análisis de la situación del colegio en el ámbito de la salud, decidimos que , sin menoscabo de la puesta en práctica de estrategias para favorecer la adopción de hábitos saludables de actividad física, alimentación e higiene, nos parecía muy interesante y necesario profundizar en los contenidos que el mencionado Plan aglutina en el bloque de salud mental.
Fue así que iniciamos una campaña, a la que denominamos "Por favor-gracias; hola-adiós", con el objetivo de favorecer entre nuestro alumnado el uso de las normas básicas de cortesía. Los resultados fueron altamente satisfactorios, lo que nos llevó, como es natural, a animarnos para seguir profundizando en cursos posteriores. La campaña se extendió a nuestro barrio el curso siguiente, con actividades que implicaron a comercios y otras entidades cercanas al colegio y el tercer año nos atrevimos ampliando la actuación a toda la localidad. Siete centros públicos, un concertado y otro de necesidades educativas especiales, participamos, aprovechando la celebración del Día de la Paz, en una manifestación en la que compartimos con todos los vecinos que los niños y niñas de El Palmar saludábamos, pedíamos las cosas por favor y dábamos las gracias. El entusiasmo siguió creciendo y simultáneamente nuestra formación como equipo docente, con la implicación también entusiasta, del resto de la comunidad educativa. Comenzamos a formarnos en temas relacionados con la educación emocional, la relajación en el aula, el fomento de conductas prosociales, etc. , y así , cada curso, nuestras aulas, nuestros pasillos y nuestros patios se han ido llenando de besos, de abrazos, de mediadores, ? hasta conseguir que las emociones formen ya parte de las señas de identidad del Ciudad de la Paz (nuestro nombre también acompaña, ¿verdad?).
Y así, de una cosa a la otra, nos llegó la información acerca de la posibilidad de participar en el Programa Educación Responsable. Sabíamos que era difícil poder entrar a formar parte del equipo de centros educativos que lo llevaban a cabo, pero presentamos nuestra solicitud y fuimos admitidos. Nos sentimos muy recompensados: era un reconocimiento a nuestra trayectoria y un voto de confianza para seguir avanzando, en colaboración con otras personas con las que compartíamos una misma sensibilidad, o al menos así lo entendimos.
Este está siendo nuestro primer año y lo primero que podemos afirmar, sin ningún género de dudas, es que merece la pena. Constatamos día a día que nuestros niños y niñas (también los adultos), necesitamos expresar nuestras emociones para poder fluir, para abordar el trabajo con motivación, para relacionarnos de forma saludable y para sentirnos plenos y satisfechos.
Estamos implementando todos los recursos del programa solamente con algunos grupos, tal y como está protocolizado para los centros de primer año, y vemos que a los alumnos les sabe a poco. ¡Cómo disfrutan cuando se les da el espacio y el tiempo para expresarse!
Llegados a este punto, quiero también hacer mención a la creatividad, otro de los aspectos del programa. Desde el curso pasado tenemos habilitado un espacio, que hemos de compartir con otras tareas, porque los recursos no nos dan para más, al que hemos denominado ?aula de creatividad?. Está lleno de pinceles, ceras, cartones, pinturas, materiales de reciclaje, ? y es un gozo ver a nuestros chicos y chicas disfrutar en él. Allí hemos preparado nuestras ?obras de arte? para la exposición ?Somos creativos? y allí hemos constatado también día tras día, durante muchos recreos sobre todo, porque tampoco los tiempos nos sobran, que es imprescindible canalizar la creatividad, que las personas nos sentimos felices cuando se nos permite crear y que cuando desarrollamos nuestra faceta creativa en el ámbito de la expresión plástica, como es el caso de ReflejArte, luego es fácil extrapolarla a otros ámbitos de nuestra vida.
En definitiva, concluir diciendo que nos sentimos muy satisfechos de haber emprendido esta línea de trabajo, que nos reporta enormes satisfacciones, porque vemos el gran impacto que ejerce en nuestros alumnos, lo que nos anima a continuar, disfrutando del camino.
Equipo ER del CEIP “Ciudad de La Paz” de El Palmar (Murcia)