No obstante tuve la suerte de que me tocó sobre algo que siempre me ha gustado: la literatura y las emociones, trabajadas a la par. Además, los sentimientos eran trabajados a partir de un cuento, en este caso titulado “Adivina cuánto te quiero”.
Paso a contaros brevemente lo que ha supuesto este trabajo para los niños:
– Desde el primer momento, querían conocer el cuento cuanto antes, sin tomarlo como una obligación.
-Han trabajado un libro como si fuera un juego para ellos. Esto ha hecho que se acerquen más al gusto por la lectura, queriendo saber lo que ocurría a continuación de cada sesión.
-Las actividades que hemos hecho en clase se salían de la cotidianeidad, de la rutina de trabajar libros de texto o cuadernos.
– Han valorado a sus padres más que nunca, con las reflexiones a las que lleva el cuento, comprendiendo que ellos hacen mucho más por nosotros que al revés.
En cuanto a mí¬, como profesora, he disfrutado desde el principio hasta el final.
Para llevar a cabo el recurso he mezclado unas actividades con otras, sacando lo mejor de cada cual. También he añadido aspectos de mi propia cosecha. Ha sido muy positivo ver qué distinto responden los niños cuando se les trabaja su interioridad, previo a la realización de una tarea. De hecho continúan pidiéndome que trabajemos este tipo de actividades porque se ven en un ambiente muy diferente; su personalidad se enriquece según se expresan. Es importante comentar que , aunque siempre había un diálogo previo a la realización de las actividades, he preferido que cada cual trabajara de forma individualizada y después hiciéramos una puesta en común de lo que habíamos sentido, con palabras, dibujos,…etc.
Del mismo modo aproveché momentos en los que ellos mismos motivaban a sus compañeros, para introducir las actividades (comentarios sobre el día del libro, cartas del ratoncito Pérez, etc.).
Por otro lado sorprende la transparencia tan grande que tienen cuando quieren hablarte de lo que sienten. Algunos niños con problemas reflejan muy bien sus emociones o estados de ánimo a través de sus dibujos y colores. Y cabe destacar su vocabulario; es mucho más rico de lo que pensamos, aunque se trate en este caso, de niños de 2 de E. Primaria.
De verdad, aunque he andado pillada de tiempo, os animo a llevarlo a cabo, ya que no es lo mismo hablar de ello que vivirlo con los pequeños. El entusiasmo crece, día a día, entre los niños y la profesora hasta el final.

Maite del Busto

CPC Escuelas Pías de Logroño