Si hiciéramos una encuesta y fuéramos preguntando a distintos grupos de personas ¿qué es el arte?, quizás muchas de ellas coincidirían en expresiones como: “cuadros, esculturas o fotografías”, “ plasmar una idea sobre un lienzo”, “algún tipo de manifestación cultural sobre cualquier formato, teatro, danza, música…” ; todas válidas, pero lo que el recurso educativo ReflejArte, de la Fundación Botín, quería conseguir este año con su propuesta educativa iba mucho más allá de todo eso.

Desde la Fundación Educativa ACI (Santander) venimos trabajando ya desde hace muchos años con ellos, en distintos programas de desarrollo de valores y emociones. Para este curso y partiendo como origen de la exposición de la artista de San Sebastián, Cristina Iglesias, titulada “ENTRESPACIOS”, pretendían trasladarnos a otro lugar, despertar en nosotros emociones, sentimientos, quizás recuerdos, de otros espacios y momentos. Cristina había creado una colección de grandes obras de carácter monumental, inspiradas en texturas propias de la naturaleza, formando nuevos espacios que eran transitables e involucraban al espectador: no se podía visitar la exposición “desde fuera”, había que adentrarse en ella, para interpretarla y de alguna manera, formar parte de ella. Es algo inusual, a lo que no estamos acostumbrados. Una vez dentro, la percepción cambiaba totalmente. Además, algunas de las piezas requerían verlas desde distintos ángulos, quizás tumbados, con los ojos cerrados… La visita resultó toda una experiencia, difícil de describir si no lo visitas pero todos nos fuimos al colegio con una sensación agradable y satisfactoria.

^{Alumnos de primaria en la exposición de Cristina Iglesias, "ENTRESPACIOS", en Centro Botín}

En una segunda parte el reto que se nos planteaba era aún más complicado: crear un espacio en el entorno escolar, que no tuviera demasiada vida, para “reactivarlo”, instalando en él nuestro “REFUGIO SENSORIAL”, con las siguientes premisas: debía ser transitable, que jugara con la percepción del público y usara además texturas. Tras una fase de inspiración en la red social Pinterest, se nos ocurrió la idea de fusionar en el proyecto grandes bloques de LEGO, (juego que forma parte de la memoria colectiva de muchas generaciones, incluidas las de nuestros alumnos) con diferentes texturas, que representan la vida, el día a día de los alumnos.

Cada alumno participante en el proyecto (143 chicos y chicas de 3º y 4º de E.P.) experimentó con distintas texturas de nuestro alrededor y eligió una para plasmar en un pequeño bloque de plastilina, de uno de los colores típicos de los bloques de LEGO. Entre todos ellos, se formó un gran panel agrupados por colores, como si fuera una gran construcción de este famoso juego.

Habíamos creado un espacio atractivo, divertido y estimulante, que contenía todos sus proyectos creativos integrados, en un soporte que es todo un símbolo de juego, creatividad y aprendizaje, tres de las claves de la educación y del colegio.

Además de este gran proyecto se realizaron otras actividades para ayudar a crear ese espacio por el que se pudiera deambular y de alguna manera, trasladarnos a la infancia. Una gran pizarra con dibujos y frases alusivas a en este juego, un juego en el que había que componer una frase sobre la artista, un panel con las ideas que los niños tenían sobre el arte y otros murales completaron nuestro refugio sensorial: un lugar donde admirar, un lugar donde reflexionar, un lugar donde jugar, un lugar donde experimentar y sentir. Porque al fin y al cabo de eso debe tener mucho el arte, juego, emoción y sentimiento. Estamos seguros de que con esta interesante iniciativa de la Fundación Botín nos hemos acercado un poco más al verdadero concepto de ARTE.