La Formación Profesional es una etapa educativa de gran riqueza formativa para el alumno y de alta repercusión para la sociedad en su conjunto. Los alumnos del CIPFP Camino de Santiago (Santo Domingo de la Calzada, La Rioja), más conocido como Escuela de Hostelería, hacen de la hostelería y la restauración un proyecto de futuro profesional y laboral dentro de un país en el que el turismo es un gran motor económico. La Rioja, comunidad puntera en turismo enogastronómico, tiene un 100% de inserción laboral de los profesionales del sector.
Nuestro centro imparte Formación Profesional Básica (para alumnos mayores de 15 años que no han superado la ESO), los ciclos de grado medio de: Cocina y Gastronomía, Servicios en Restauración, Panadería, Repostería y Confitería, y los ciclos de grado superior de: Dirección en Cocina, Dirección en Servicios de Restauración y Gestión de Alojamientos Turísticos.
La comunidad educativa la forman únicamente poco más de 200 alumnos y 30 profesores, reunidos en un palacete del S. XVII a los pies del Camino de Santiago. Nuestro centro cuenta con una cafetería y un comedor abiertos al público, lo que permite un contacto directo y real con los clientes.
Pero el camino es duro, y los alumnos y alumnas de la Formación Profesional Básica necesitan ayuda complementaria para desarrollar las competencias transversales esenciales para tener éxito en el mercado laboral: responsabilidad, trabajo en equipo, comunicación asertiva, respeto…
El perfil del alumnado corresponde habitualmente a chicos y chicas que han fracasado en la ESO, con problemas de autoestima, de control de impulsos y, en algunos casos, incluso, de consumo de sustancias. En nuestro campo, el trabajo en equipo es vital, pero para ello es necesario que el individuo tenga una un autoconcepto realista y asentado. No nos engañemos, el equipo docente de nuestro centro siempre ha defendido la necesidad de incluir profesionales especializados en trabajar con este perfil de alumnado pero, mientras tanto, la formación del profesorado es esencial para sembrar en el alumnado el germen de esas competencias transversales necesarias para que consigan, y conserven, un puesto de trabajo.
El proyecto de Educación Responsable de la Fundación Botín nos ha ayudado este año a emprender ese camino. El Banco de Herramientas, combinado con ReflejArte y Literatura, Emociones y Creatividad han creado un marco distinto en el que trabajar con los alumnos. Les hemos dado la palabra para acercarnos a ellos, y les hemos ayudado a mostrar sin reparo sus emociones.
Aprovechando nuestros recursos técnicos y materiales, hemos optado por trabajar con masas de pan ácimo, sin fermentar, como material de trabajo para modelar. El programa original incluía plastilina y yeso pero nosotros hemos decidido optar por masa muerta de pan, un material moldeable, comestible y que, una vez seco, perdura en el tiempo. El color se añadió con yema de huevo y colorantes alimentarios.
Para nuestros alumnos de Formación Profesional Básica, el “arte” sonaba a algo aburrido, pretencioso e, incluso, snob. Sin embargo, hemos intentado inculcarles que la creatividad no se limita a un ámbito académico clásico de pintura tradicional, etc. sino que puede trabajarse desde cualquier ámbito y que siempre enriquece al individuo. Y así ha sido a pesar de sus reticencias iniciales. Para ello, hemos conseguido crear nuestro Refugio Sensorial común en el lugar donde todos los días nos reuníamos, una vez terminado el servicio de cafetería con los clientes. La distensión del momento del almuerzo nos ha permitido generar un clima de confianza para liberar sus cadenas y poder así mostrar sus emociones con más libertad.
Esta herramienta ha sido de gran ayuda para que alumnos con circunstancias y experiencias vitales generalmente de fracaso y de lucha contra la autoridad hayan tenido la oportunidad de crear, sin ninguna limitación, ya que el resultado de su trabajo no iba a ser evaluado por nadie.
Al ser todos nuestros alumnos y alumnas mayores de edad, nos hemos visto obligados a adaptar el programa y darles mayor libertad para tomar decisiones sin acudir necesariamente a sus familias. También hemos optado por combinar la exposición de las texturas de ReflejArte con los textos creados con el programa de Lectura y emociones y una actuación de rap de El Coro de las Emociones, todo ello en un mismo acto celebrado en la cafetería del centro.
La formación profesional en general, y la hostelería más aún si cabe, se fundamente en el trabajo en equipo y este programa de Educación Responsable nos ha ayudado a respetar la individualidad dentro del equipo. A su vez, todo el equipo docente involucrado en la docencia con los alumnos de FP Básica y el primer curso de grado medio han utilizado el Banco de Herramientas para vincularlo con contenidos académicos tales como la comunicación con el cliente, las relaciones laborales y la gestión emocional en momentos de tensión.
El resultado final de este primer año ha sido muy satisfactorio, aunque extenuante por la premura de tiempo. Esperamos que el curso que viene nos entusiasmen tanto las propuestas del programa como las de este año.
Borja Adán Miguel y Rocío Beltrán