Nuestro centro, el CEIP Julián Marías de Madrid, es un colegio relativamente nuevo, teniendo como año de creación el 2005. Como todo centro público que comienza, en sus primeros cursos el claustro tuvo que definir cuáles quería que fueran sus señas de identidad y su línea pedagógica. A medida que avanzábamos, se abrían nuevas posibilidades y se cerraban otras. Este proceso de construcción de una identidad educativa propia llevó varios años. En algunos puntos había grandes coincidencias en el claustro de profesores y en otros menos. Teníamos idea de por dónde queríamos ir y también de por dónde no queríamos caminar. Dentro de las certezas que se fueron abriendo paso, algunas fueron tomando más y más fuerza a medida que avanzaban los años; eran pocas, pero importantes. Las que más fuerza tenían eran estas: no era nuestra intención ser un colegio bilingüe, algo que entonces tenía un gran auge; sí que queríamos ser un centro ordinario que prestara una gran atención al alumnado con dificultades o necesidades; desde el inicio apostamos por organizar actividades de coeducación; pero la idea que más consenso tuvo en los inicios del colegio fue la de apostar por la educación emocional.
Conocíamos el programa Educación Responsable de la Fundación Botín, pero entonces solo estaba implantado en Cantabria. A finales del curso 2011/12 supimos que la Fundación quería llevar este programa a Madrid. Presentamos nuestra candidatura, fuimos seleccionados y con ilusión comenzamos en el curso 2012/13 con el primer grupo de colegios que llevaba a cabo el programa en la Comunidad de Madrid.
Pasaron un par de cursos hasta que encontramos la manera de encajar el programa Educación Responsable dentro de las demás actividades del centro, pero desde el primer momento las actividades que se hacían incluían a todo el alumnado del colegio. En estos momentos podemos afirmar que el programa está bien consolidado.Haciendo un reduccionismo máximo podríamos decir que son dos las tareas fundamentales de la escuela: hacer de los alumnos buenos lectores, pues sin lectura no hay conocimiento, y conseguir que los alumnos tengan habilidades socioemocionales para relacionarse bien. A través de la acción educativa de nuestro centro intentamos cubrir esos dos ámbitos.Todos los cursos, y para todos los niveles, se eligen lecturas obligatorias en las que el mundo emocional tiene un gran protagonismo.
Además, los libros, la biblioteca y las actividades de animación a la lectura siempre han tenido un lugar destacado en el CEIP Julián Marías. Sabedores de la importancia de enganchar a los alumnos en la lectura para que sean lectores y aprendices de por vida, en nuestro colegio no se escatiman medios en hacer del libro y la biblioteca un lugar atractivo. La biblioteca dispone de un buzón de sugerencias para comprar los títulos que los alumnos solicitan y como resultado tenemos una biblioteca muy dinámica con más de 8000 ejemplares.Las maestras que llevan la biblioteca hacen actividades de animación a la lectura todos los años. En el curso 2019/20, con motivo de la publicación del cuento Tú eres un cielo azul por parte de Antonio Adánez, director del colegio, las bibliotecarias hicieron cuatro sesiones de animación-presentación para el alumnado desde 3º a 6º de primaria, una por nivel.
Tú eres un cielo azul es un cuento que invita a escuchar el mundo interior. El cuento aborda de manera sencilla, poética e intuitiva los fundamentos de la regulación emocional y de la meditación. El cuento habla del autoconocimiento, de la superación de las dificultades, de las emociones y, finalmente, de la conciencia. Apela a una intuición fundamental que compartimos todos los seres: que detrás de las aparentes dificultades que vivamos hay un trasfondo de amor que sostiene la vida.Este álbum ilustrado tiene como protagonista a Vera, una niña inteligente y soñadora que, en las clases de inglés, que parece que no son sus favoritas, comienza a pensar en la relación que existe entre lo que le rodea y su mundo interior. La protagonista muestra una gran inteligencia emocional, pues es capaz de observar y analizar lo que pasa en su mundo interior (inteligencia intrapersonal), así como en sus relaciones (inteligencia interpersonal).
El cuento toca dos de los elementos clave de cualquier programa de educación emocional: la identificación y la regulación emocional. Para llevar a cabo esta actividad de animación-presentación, las bibliotecarias, Inés Castro y Natalia Serrano, escribieron una pequeña obra de teatro. En ella, Natalia representaba a una instagramer agobiada que no paraba de subir fotos de su vida y mirar los likes que le daban sus seguidores como forma de encontrar aprobación y satisfacción, mientras que Inés se preocupaba de lo que ocurría en su entorno cercano, especialmente en su familia. Como forma de ayudar a Natalia para salir de la confusión mental en la que vive, en la que no distingue lo real de lo virtual, Inés propone leerle un cuento que le contaron a ella de pequeña y que la ayudó mucho, momento en el que narra Tú eres un cielo azul. Al final, Natalia se da cuenta de lo que es realmente importante y decide vivir en el momento presente.
Tras esta representación se animaba al alumnado y profesorado a compartir cómo regulaban sus emociones. Para ello, el escenario estaba decorado con las nubes de pensamientos, emociones y sensaciones que nos impiden disfrutar de nuestro cielo azul interior. Algunas de las nubes de pensamientos eran “todo me sale mal”, “odio llevar gafas”, “todo era mejor antes”, “tengo muy mala suerte”, “mi amiga es mucho mejor que yo”, “estoy gordo”, “voy a suspender el examen”, “los demás tienen la culpa”, “soy tonto”, “no tengo amigos”, “no puedo”; entre las nubes de emociones y sentimientos estaban “ira”, “remordimiento”, “aburrimiento”, “confusión”, “envidia”, “timidez”; y entre las de sensaciones , “tensión”, “me encuentro mal”, “me duele la tripa”, “me duele la cabeza”. Alumnado y profesorado iban subiendo al escenario de uno en uno para compartir con los demás cómo manejaban esas nubes cuando se cruzaban en su vida. Sorprende ver la capacidad del alumnado de gestionar sus propias emociones, con respuestas creativas.
Finalmente, la actividad terminaba con preguntas al autor. Entre las que más se repetían estaban ¿Qué te inspiró?, ¿Cómo se ocurrió la historia? ¿Cuánto tiempo tardaste en escribirla?, ¿Hiciste tú las ilustraciones?, ¿Cómo se ilustra un álbum?, ¿A quién está dedicado el cuento? Además, de responder a estas y otras preguntas, sirvió para comentar las características de un álbum ilustrado.En los cursos de 1º y 2º, se optó por una sesión de cuentacuentos tradicional. El autor fue de clase en clase contando el cuento. La sesión constaba de tres partes: las actividades previas, durante y después del cuentacuentos. La sesión terminaba con preguntas al autor, seguido de una actividad artística en la que representaban su cielo azul y sus nubes.
En este documento adjunto se puede encontrar una relación de actividades y preguntas para hacer con el cuento.Nuestra experiencia como centro es que la animación a la lectura con autores deja una huella especial en los alumnos, y en este caso la huella ha quedado, además de en el alumnado, en las bibliotecarias y en el propio autor.