La enseñanza del canto coral con adolescentes y jóvenes es una herramienta magnífica para el desarrollo sano y positivo de la personalidad en esta etapa tan importante de la vida, sobre todo en los campos identitarios relacionados con la autoestima. Para cantar en grupo es fundamental aprender a explorar tu mundo emocional, ya que nuestra voz contiene un rasgo identitario indiscutible y único para cada persona. Explorar y descubrir la belleza de la propia voz es aprender a quererse también a uno mismo. Estamos hablando por lo tanto de una actividad de educación emocional y estética de primer orden. Por si fuera poco, además, cantar en grupo ofrece todas las ventajas de las actividades sociales cooperativas no competitivas, es decir, aquellos resultados que necesariamente sólo podemos conseguir con la colaboración de los demás. Cantar en grupo por lo tanto prepara para la vida, ya que nos ayuda a reconocernos y a colaborar con los demás. Todo ello ocurre dentro de un ámbito estético y artístico en pos de la belleza, de lo inefable, de la superación personal y colectiva.

Por otra parte, la educación coral con adolescentes ofrece igualmente un campo para el desarrollo de la educación igualitaria de género. Durante muchas décadas pasadas, debido a distintas causas sociales y a una tradición musical decimonónica y obsoleta, se ha malentendido el papel de las artes en la educación, llegando a crear el falso tópico de que actividades como el canto son más proclives para el género femenino, excluyendo el masculino y relegándolo hacia otro tipo de actividades estereotipadas como “más masculinas”, como por ejemplo la práctica deportiva. En el caso de la música, este tema se ha agravado por el desconocimiento de todo lo relacionado con el cambio de la voz en la adolescencia (sobre todo en los chicos), tema que ha sido investigado y prácticamente superado en los EEUU, pero que sigue siendo aún muy desconocido en Europa. Todo esto ha edificado una barrera aún más difícil de superar para muchos docentes de música que simplemente no saben cómo abordar este asunto. Sin embargo, afortunadamente vivimos en una sociedad donde todos estos rasgos de género se están cayendo de forma progresiva, e igualmente como nuestras jóvenes reclaman su legítimo derecho a participar en todos los aspectos de la vida social y profesional, del mismo modo debemos ofrecer una educación emocional y estética a los hombres que les permita sensibilizarse para ejercer igualmente profesiones que tradicionalmente han sido consideradas como femeninas. En este caso, hablamos de las artes, y en concreto, de la práctica del canto coral que debería cubrir por igual las necesidades emocionales y sociales de ambos sexos. Seguir pensando que el canto coral en la adolescencia es “cosa de chicas” es sencillamente una discriminación éticamente inaceptable en el S.XXI.

En general podemos decir que la historia de la pedagogía coral escolar en España se remonta a los albores de la Institución Libre de Enseñanza, continuando posteriormente en el Instituto-Escuela. Fomentado también tras la guerra civil por las escuelas religiosas, el canto coral escolar se ha abierto paso durante todo el S. XX hasta la reciente historia de nuestro sistema educativo democrático. Así, recientemente el senado realizó una declaración institucional del canto coral como bien cultural de interés público y en algunas CCAA el canto coral escolar está fomentado desde las administraciones educativas. En concreto, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid organiza un certamen de coros escolares desde hace varios años, así como la oferta de una asignatura optativa de Canto Coral en Secundaria.

Desde 2008 en el IES “Francisco Umbral” de Ciempozuelos (Madrid) se desarrolla un proyecto coral cooperativo que se caracteriza por la participación democrática de los alumnos implicados en él, tanto por medio de la Asociación de Alumnos, como de una Asociación Juvenil de exalumnos. Ambas asociaciones cuentan también con el apoyo del AMPA y de las Concejalías de Cultura y Educación del municipio, así como de la colaboración de diferentes instituciones benéficas y religiosas del entorno. De este modo se ha ido creando este proyecto educativo en torno a la música coral, donde los alumnos participan activamente, conjuntamente con el profesorado participante en el proyecto, en las decisiones que continuamente conforman el presente y el futuro de este entramado musical y social.

Además, la pedagogía coral y la total inclusividad son la bandera de este proyecto, donde todos los alumnos del centro pueden aprender a cantar en distintos agrupaciones corales con diferentes grados de exigencia e implicación, desde el más sencillo al más complejo. Esto se concreta en que los alumnos no son discriminados por su aptitud musical ni mucho menos por su sexo. En la totalidad del proyecto “Voces para la Convivencia” hay sitio para alumnos con distintas capacidades vocales y musicales, y se ayuda didácticamente a todos a afrontar con éxito el cambio de la voz sin por ello dejar de cantar en ningún momento. En la actualidad el centro cuenta con 6 agrupaciones corales.

Fruto de todo ello, los alumnos del coro han sido invitados a participar en varios certámenes corales nacionales e internacionales a lo largo de estos años, destacando los diferentes viajes realizados a Rumanía, China y Francia, además de muchas otras ciudades españolas. Hemos participado en distintos montajes escénicos, grabado un disco y en un futuro no muy lejano tenemos prevista nuestra participación, si las circunstancias lo permiten, tanto en el Certamen juvenil de Habaneras de Torrevieja como en el Festival Coral de Avilés.

Durante la pandemia, cabe destacar que hemos seguido trabajando por medio de la educación online a distancia, y llegamos a emitir en streaming un concierto benéfico con el que recaudamos fondos para el banco de alimentos de Ciempozuelos y para el que contamos con el apoyo de la artista Rozalén.

“Voces para la Convivencia” además de conseguir numerosos premios artísticos, ha sido también distinguido por el Consejo Escolar del Estado como experiencia educativa de éxito, además de por la Fundación BBVA, la UNESCO y la Asociación “Mejora tu Escuela Pública”. Hemos participado recientemente en un documental de la Universidad de Granada sobre el impacto de la educación musical en España y nos espera a la vuelta de la esquina nuestra participación en un corto de cine.

Mi mayor deseo con este breve artículo es poder inspirar a otros a seguir este camino. Nosotros comenzamos desde cero, con pocos recursos y no pocas dificultades, pero con mucha ilusión. Nunca hemos sido un proyecto elitista (ni lo queremos ser) ni tampoco lo hemos tenido fácil. Con los años de insistencia, formación e investigación sobre el tema, cada vez más alumnos, padres y profesores se fueron sumando al proyecto, generando así un numeroso grupo de colaboradores que aún hoy siguen siendo el alma de este proyecto. No se llega muy lejos solo. Compartir con los demás el liderazgo, unir fuerzas y trabajar juntos son la clave hacia el éxito educativo, que finalmente genera un conocimiento que se puede compartir con todos los que estén interesados en seguir remando hacia delante en la educación. Las artes escénicas son educación de primer nivel y cualquiera puede acercarse a ellas para seguir construyendo juntos. Si nosotros hemos podido vosotros/as también. ¡¡Adelante y mucho ánimo!!